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Fray Bartolomé de las Casas

FRAY BARTOLOMÉ DE LAS CASAS

Sucede con la Palabra lo mismo que con la lluvia, que empapa todo cuanto encuentra, a veces sin que el que predica sea muy consciente de este alcance. No es extraño, por tanto, que, en aquel adviento de 1511 en la isla de La Española, fray Antón de Montesinos ni pudiera imaginar el desenlace que sus proféticas palabras traerían. Es en el corazón de uno de aquellos oyentes, encomendero, sacerdote, sevillano, Bartolomé de las Casas, donde más profundamente arraiga la semilla que pronto crecerá y dará fruto.

¿Quién fue y qué hizo Fray Bartolomé de las Casas?

Vidriera Fray Bartolomé de las CasasEl comienzo de su historia hemos de situarla en la bulliciosa ciudad de Sevilla en 1484 donde nace fray Bartolomé. Se ha convertido la capital hispalense tras el descubrimiento del Nuevo Mundo en un hervidero humano, y con tan solo nueve años vive el acontecimiento de la llegada de Colón del descubrimiento de América.  

Su padre y un tío suyo embarcaran en la segunda expedición que el almirante organizará, trayendo de regreso un indio que vivirá siete años junto al adolescente Bartolomé.  

A los dieciocho años le tocará su turno en la expedición de Nicolás de Ovando con el que partirá a la isla de La Española. Allí será minero, colono y encomendero. Participa en algunas batallas, recibe como pago algunos esclavos indios, y va acrecentando su hacienda y fortuna.  

Regresa en 1506 a Sevilla, donde gracias a la amistad de su familia con la de Cristóbal Colón, acompaña a su hijo Bartolomé Colón, a visitar al Papa a Roma. Allí después de haber sentido la vocación sacerdotal, es ordenado sacerdote. Dos años después regresa a La Española, donde otro de los hijos de Cristóbal Colón, el almirante Diego Colón le concede una encomienda en La Concepción. Dos años más tarde, hacia 1510 llegan los primeros frailes dominicos a la isla dirigidos por Fray Pedro de Córdoba.

De encomendero a “protector de los indios”       

Después de asistir como capellán a los conquistadores en la isla de Cuba, y de recibir a cambio más encomienda y esclavos a su servicio, se produce el 15 de agosto de 1514 su “primera conversión”.

A los treinta años fray Bartolomé toma conciencia de la situación de los indios, y promete cambiar de vida y dedicándose en la defensa de estos, y proponiéndose llegar hasta el rey de España, don Fernando para denunciar los abusos que se cometen contra ellos.

Aula Magna Fray Bartolomé de las Casas

Aula Magna del Centro Fray Bartolomé de
las Casas (La Habana, Cuba)

En diciembre del siguiente año viajará a España con fray Antón de Montesinos para este propósito, entrevistándose con su Majestad y con el Cardenal Cisneros. Muerto el rey al año siguiente, y disuadido fray Bartolomé por Cisneros de viajar a Flandes para interceder ante el emperador Carlos, el Cardenal lo envía de nuevo a américa con el título de “Protector de los Indios”, junto con una comisión de frailes jerónimos para que evalúen la situación denunciada. 

Cuatro años más tarde, en 1520 regresará de nuevo a España y obtiene la capitulación para evangelizar la costa Paria (de la actual Venezuela), ocasión que empleará para poner en práctica su método pacífico de evangelización. Este consistía en establecer labradores y granjeros en las zonas a evangelizar, para que entrasen en diálogo con los indios. Esta experiencia acabó en un calamitoso fracaso cuando los indios asesinaron a los que consideraban invasores de su tierra. 

Con el peso de la frustraciónvuelve Bartolomé en 1521 a Santo Domingo, y al año siguiente ingresa en la Orden de Predicadores, donde se producirá su “segunda conversión”. Esta consistirá en un cambio radical de vida, con treinta y ocho años, de sacerdote secular con posesiones, abraza la pobreza dominicana, se somete a la obediencia a sus superiores, y entrega su vida en disponibilidad plena a la predicación.

Contribución a la conquista y modelo pacífico de evangelización 

Es en el tiempo conventual, se le piden tres años al menos, dónde Bartolomé comienza a reflexionar sobre los fundamentos jurídicos y teológicos que fundamentan la presencia de España en las Indias, llegando a la conclusión de que esta solo se justifica a causa de la evangelización. Asimismo, defiende a los indios como sujeto de los derechos naturales de libertad y propiedad. 

En los siguientes catorce años de su vida vivirá el estilo propio de los hijos de Santo Domingo, dedicado a la predicación y a la producción de la gran parte de su obra literaria. 

Fundará un nuevo convento en Puerto Plata (Isla de La Española) del que será prior y emprende con otros frailes un largo viaje de evangelización hacia Perú, que, al verse dificultado, terminará por desviarse, haciendo que predique en Nicaragua, Guatemala y México. 

En medio de conflictos se originan los cambios: Las Nuevas Leyes de las Indias

La relación de fray Bartolomé con los colonos y los otros encomenderos no es cordial. Él conoce la realidad de primera mano, y ha consagrado su vida a promover la dignidad de los indios, y a denunciar los abusos que se cometen, es visto como una amenaza para los intereses económicos de la sociedad colonial. A menudo se verá envuelto en presiones, denuncias e intrigas contra él por aquello a los que resulta incómodo

En 1540 viaja a España con la intención de obtener del emperador Carlos V cartas a favor de los indios. El rey convocará dos años después en la Junta de Valladolid a los mejores teólogos del reino, y el 20 de noviembre de 1542 serán promulgadas Las Nuevas Leyes de las Indias. 

Dos serán las consecuencias principales, los encomenderos no podrán tener esclavos indios porque estos dependerán directamente de la corona, y en toda empresa conquistadora deberá haber un religioso para garantizar de forma pacífica, a través del diálogo persuasivo la conversión al catolicismo de los indios.        

En defensa de los indios: desde el episcopado y el estudio

Cuadro de Fray Bartolomé de Las Casas

Cuadro de Fray Bartolomé de las Casas
en el convento de Atocha

Ese mismo año es preconizado fray Bartolomé como Obispo de Cuzo, pero renuncia. Al año siguiente lo es de Chiapas, y aunque renuncia es convencido por sus hermanos de aceptar para así defender mejor la causa de los indios. En 1544 es consagrado obispo en el convento dominico de san Pablo en Sevilla, y de allí parte rumbo a Santo Domingo, donde con 46 frailes más marcharan hacia Chiapas.  

Fueron solamente tres años los que estuvo y no exentos de conflicto, los encomenderos se negaban a aceptar Las Nuevas Leyes de las Indias, y fray Bartolomé los excomulgó.

En 1547 viajará de nuevo a España y fijará de nuevo su residencia en Valladolid en el colegio de San Gregorio. Allí su majestad convocará el Consejo de Indias con la intención de evaluar la justicia de los métodos empleados en la extensión de sus dominios. 

En la conocida como “Controversia de Valladolid”, Juan Ginés de Sepúlveda por un lado y Fray Bartolomé de las Casa, por otro, intentarán defender las razones a favor de si es lícito o no hacer la guerra a los indios antes de que se les predique la fe cristiana para sujetarlos al imperio. 

En 1552 renuncia fray Bartolomé al obispado de Chiapas, dedicándose de nuevo por entero a mediar en España a favor de los indios, logrará que el envío de más misioneros y alcanzará a publicar ocho de sus tratados. Sus últimos años los pasará en Madrid en el convento de Nuestra Señora de Atocha donde fallecerá el 18 de julio de 1566, siendo sepultado en la capilla mayor de la iglesia conventual.   

¿Qué cambió después de la acción evangelizadora de Fray Bartolomé de las Casas? 

Es difícil responder a esta pregunta, pero haciendo una pequeña aproximación podríamos afirmar que cambia la forma de mirar a los otros y de situarse frente a la realidad. Después de su primera conversión, y tras descubrir en los indios a otro ser humano, y por tan tanto a un hermano, fray Bartolomé entiende que sólo cabe el diálogo, y que la actitud debe ser distinta.

Fray Bartolomé es el hombre que renuncia a la lógica de la violencia propia de la conquista, que se deja interpelar por el grito de Dios en la realidad humana que le rodea, y que se convierte a esa palabra como Buena Noticia. 

Un evangelio que se propone de manera pacífica con la única fuerza de la persuasión y no de la violencia, sonando algo utópico para el siglo XVI, pero claro y evidente para nosotros en el siglo XXI.           

Se convierte así en modelo misionero incansable con casi 10 viajes con sus respectivos tornaviajes de América a España en el siglo XVI, evangelizando gran parte de Venezuela, Nicaragua, Guatemala, México, Cuba y la isla de La Española. Encarnación del modelo dominicano de contemplación a través del estudio del misterio divino, acompañado del compartir lo contemplado en la predicación y en prolijos escritos. 

¿Qué escribió?

En el año 1542 publica Fray Bartolomé en Sevilla sus famosos ocho tratados, sin las licencias pertinentes, lo cual le granjea una cierta perdida de prestigio ante el Consejo de Indias durante sus últimos años de vida. Los podríamos clasificar en tres tipos: a) de Crónica indiana:  La brevísima relación de destrucción de Indias; b) de ética-moral: Confesionario, Octavo remedio, Esclavos; c) de política indiana: Controversia, Treinta proposiciones, Tratado comprobatorio, Principia quaedam

Algunas frases:

«Porque todas las naciones del mundo son hombres, y de todos los hombres y de cada uno dellos es una, no más, la definición, y esta es que son racionales; todos tienen su entendimiento y su voluntad, y su libre albedrío, como sean formados a la imagen y semejanza de Dios» Bartolomé de las Casas, Apologética historia sumaria, II, (OC. 7. 536-537)[2]

«Y porque toda la gente que huir podía se encerraba en los montes y subía a las sierras huyendo de hombres tan inhumanos, tan sin piedad y tan feroces bestias, extirpadores y capitales enemigos del linaje humano…» Bartolomé de las Casas, libro Brevísima relación de la destrucción de las Indias

“Los súbditos no están bajo la potestad de quien manda, sino de la ley, ya que no están debajo de un hombre, sino bajo la ley justa. De lo que se deduce que aunque los reyes tengan ciudadanos y súbditos, éstos no son plena y propiamente posesiones suyas” Bartolomé de las Casas, De regia potestate (OC, 12, 35)

“La forma verdadera y necesaria de predicar el Evangelio es aquella que con razones persuade al entendimiento, y con suavidad atrae, mueve e induce a la voluntad” De unico vocationis modo. OC. 2, 17). Bartolomé de las Casas, De unico vocationis modo(OC. 2, 17).

 

 

Notas:

[1] Cfr. García García , E. «Bartolomé de las Casas y los Derechos Humanos», en M. MACEIRAS y L. MENDEZ (Coord.) Los Derechos Humanos en su origen. La República Dominicana y Antón de montesinos, San Esteban, Salamanca  2011, 81-114. 

[2] BARTOLOMÉ DE LAS CASAS. Obras Completas (OC). 14 volúmenes. Madrid1992-1998, Alianza.