Fr. José Pío Aza Martínez, OP, fue un misionero dominico español que desde su llegada al Perú en 1906 y hasta su muerte en 1938 desplegó una intensa actividad misionera complementada con estudios ampliamente reconocidos en campos como la lingüística, geografía, historia y etnografía del sur amazónico. Tenía una gran vocación misionera y dejó todo por lo desconocido para llevar a cabo una gran labor evangelizadora, defendiendo y denunciando las graves violaciones de derechos humanos que sufrían los pueblos originarios. Fundó las misiones de San Luis del Manu (1908), San Jacinto de Puerto Maldonado (1910) y San José de Koribeni (1918).
¿Quién es Fray José Pío Aza?
José Pío Aza Martínez nació en Pola de Lena, Asturias, el 11 de julio de 1865. Fue el sexto y último hijo del matrimonio de Rodrigo Aza y Bernarda Martínez de Vega.
Desde muy joven sintió vocación religiosa e ingresó en el Seminario de Astorga donde estuvo un año. En 1882, entra en el convento que los dominicos tenían en Padrón (Galicia). Completó su formación en Corias (Cangas del Narcea) y en Las Caldas de Besaya (Cantabria), donde destacó en el amor al estudio, la predicación, la obediencia y la pobreza. Fue ordenado sacerdote en el año 1890, de manos del obispo Mons. Vicente Santiago Sánchez de Castro, en Santander.
Fue destinado al convento de San Pablo de Valladolid, tenía una gran vocación histórica y misionera. Allí estuvo hasta 1906 ocupado en el ministerio sacerdotal. Destacó como conferenciante en la Academia de Santo Tomás de Valladolid, que presidió, y como predicador.
En 1898 se crea la Prefectura Apostólica de Santo Domingo del Madre de Dios, un territorio muy extenso, casi la mitad de España, y en gran parte por conocer, que abarcaba las regiones orientales del río Madre de Dios y que llegaba hasta el río Urubamba y sus afluentes. El papa León XIII (1878-1903) había dado la voz de alarma en 1894, instando a los obispos peruanos a que se ocuparan de los indígenas de la selva. Con el cambio de siglo, el gobierno de Perú recibe la respuesta afirmativa del papa León XIII respecto a la solicitud de instalar misiones evangelizadoras en la selva.
Se embarcó en 1906, a petición propia, hacia el territorio peruano, tenía 41 años. Este hecho determinará fuertemente su vida religiosa e investigadora soñaba con la misión viva y por descubrir. Dejó todo por lo desconocido y lo peligroso, como muy pronto empezará a experimentar y a sufrir.
El viaje desde Santander a El Callao (Lima), donde desembarcó, lo relató con todos los detalles, él mismo, era gran cronista de todo lo que le acontecía y descubría. El primer gran impacto que dejó escrito fue cuando se encontró por primera vez con un grupo de indígenas: “Escena conmovedora. Aquellos infelices muertos de hambre, casi desnudos, rendidos de cansancio, temblando de frío”. Comenzó una aventura imposible de conocer tal y como él la vivió. Sufrió las fiebres palúdicas, de las que como contaba por carta y con humor a uno de sus hermanos, casi lo mandan a la otra vida antes de tiempo y sin previo aviso.
¿Qué hizo Fr. José Pío Aza?
En el país americano, llevó a cabo tanto labores apostólicas, evangelizando, fundando misiones, así como exhaustivos estudios de las etnias indígenas realizando importantes expediciones.Tiene el mérito de haber dado a conocer al mundo la geografía de la región de Madre de Dios, explorando en la primera década del siglo XX, los grandes ríos de Madre de Dios, que hasta entonces no aparecían en la cartografía oficial.
En su polifacética actividad, además de sus aportaciones geográficas, antropológicas y etnológicas, hay que destacar su diccionario y gramática de la lengua matsigenka, titulado “Estudio de la lengua matsigenka”, publicado en Lima. Hizo posible acercar la Palabra de Dios a los matsigenkas en su propia lengua. El Obispo Sarasola escribió de él lo siguiente: “El P. Pío se dio cuenta que quien mejor posee el idioma de una tribu está en condiciones de ser su mejor apóstol... (por ello) se dio al estudio de las lenguas. Donde quiera que iba, llenaba cuadernos y más cuadernos de palabras y frases de las lenguas que encontraba. Hizo muchísimos apuntes. Y cuando las circunstancias le fueron favorables, como en Chirumbia y en Koribeni, se dedicó con ahínco y tenacidad admirables al estudio de la lengua matsigenka... Llegó a dominarla y servirse de ella en la Misión de Koribeni, con éxito sorprendente...”
Defensor de los derechos humanos de los pueblos originarios
Luchó contra los caucheros, que explotaban los recursos naturales y las grandes riquezas de las selvas y a los indígenas, denunciando las graves violaciones de derechos humanos que sufrían. Llegó a encontrarse entre dos fuegos ya que los indígenas no terminaban de confiar en él y los caucheros lo veían como testigo de sus abusos y sentían cuestionada su conciencia. En el año 1919, la revista Misiones Dominicanas, recogía esta importante denuncia del Padre Aza que explica la situación que se vivía:
“Los misioneros nos oponemos a las correrías, que son la fuente y el origen del escandaloso comercio de carne humana; se compra una mujer por una mula, un muchacho por un poco de sal y unos tarros de pólvora, y en nuestra misión de San Jacinto hemos recogido a una muchacha que había sido vendida en 60 soles; aún en el siglo XX existe el abominable mercado de seres humanos. Los misioneros, ministros de una religión que tiene por dogma fundamental la dignidad de la persona humana no dejaremos de clamar, protestar y trabajar hasta que desaparezca ese execrable y vergonzoso mercado. Nos oponemos a las correrías porque son el punto de partida de ese estado de esclavitud a que son condenados millares de seres humanos”.
Con su ejemplo de vida y los textos que dejó, Fr. José Pío Aza enlaza con los más grandes defensores históricos de los derechos de los indígenas, que llegaron a quererle tanto que él vivió para ellos hasta su muerte.
¿Qué misiones fundó Pío Aza?
El P. Aza estando expuesto, en su labor misional, al hambre, a la soledad, a peligros de muerte diarios navegando en precarias canoas, adentrándose en una selva donde no había caminos y con los peligros de la fauna propia de la Amazonía. Varias veces, en sus expediciones, estuvo perdido durante meses hasta el punto de darlo por muerto.
Fundó las misiones de:
- San Luis del Manu (1908)
- San Jacinto de Puerto Maldonado (1910)
- San José de Koribeni (1918)
Sus grandes logros y su última etapa misionera
Fue vicario provincial, pero no aceptó ser vicario apostólico, rechazó el nombramiento de obispo para continuar como misionero de a pie. En 1922 tuvo que hacer una relación detallando los logros conseguidos hasta entonces a petición del Ministerio de Justicia del Perú, y el mismo padre Pío se asombró de todo lo que se había logrado: evangelizando, explorando mucho territorio y dando a conocer etnias, lenguas, ríos, valles...
Después de una breve estancia en España en 1934 para asistir como delegado de las Misiones a un Capítulo Provincial en Salamanca y para someterse en Oviedo a una operación quirúrgica, en febrero de 1935 ya estaba de nuevo en sus queridas misiones, concretamente en Quillabamba.
¿Cuáles son las principales obras de José Pío Aza?
Escribió 20 artículos y 6 libros relacionados con las etnias amazónicas y su gramática, relatos sobre las misiones, escritos geográficos… Su aporte científico es enorme, tanto en vida como póstumamente.
Sus principales obras son:
- La lengua de los salvajes machiguengas (1921)
- De las tribus salvajes del Amazonas (1922)
- Origen de las tribus salvajes del Amazonas (1923)
- La tribu machiguenga (1923)
- Vocabulario español machiguenga (1923-24)
- Estudio sobre la lengua machiguenga (1924)
- Estudio sobre la lengua machiguenga. Edición, introducción y notas de G. González (2005)
¿Cuándo murió Fray José Pío Aza Martínez?
Pío Aza, gran evangelizador, misionero desde siempre; lo demostró en vida y lo confesó a punto de morir: “He hecho por las misiones todo lo que he podido”. Con los numerosos aportes que llevó a cabo, falleció de una pulmonía en Quillabamba, La Convención, Perú, el 7 de octubre de 1938.
Pío Aza fue condecorado con la Medalla de Oro centenario de la Fundación de Lima por sus trabajos etno-filológicos y formó parte como miembro activo de la Sociedad Geográfica de Lima.
En palabras del misionero dominico Fr. Wenceslao Fernández Moro, OP: "fue el alma de las misiones de la selva amazónica peruana mientras estuvo en ellas y padre y protector de diferentes etnias, algunas descubiertas por él".
En el año 2003 los Misioneros Dominicos crean el Centro Cultural Amazónico “José Pío Aza” en Lima, Perú, llevando su nombre en homenaje a su gran labor. En 2009 publicaron una bonita edición de sus obras completas.
*Fotos obtenidas de Archivo Histórico de la Provincia de Hispania en Salamanca.