Manda un Bizum al 01976
Informes cabecera
PROYECTOS EN MISIÓN

Descubre los proyectos de Selvas Amazónicas

Proyectos Pastorales

Objetivo

La Pastoral es lo que da sentido a la presencia de los misioneros en tantos lugares del mundo. Dios les envía a anunciar el Evangelio, compartiendo la fe y la vida con todos: “Id al mundo entero y proclamad el evangelio”. Buena parte de su tiempo está dedicado a los diferentes tipos de catequesis y procesos de fe que finalizan con la celebración de los principales sacramentos.

Beneficiarios

70.747

en 12 lugares de misión

Subvención recibida

197.970 €

La Pastoral es lo que da sentido a la presencia de los misioneros en tantos lugares del mundo. Dios les envía a anunciar el Evangelio, compartiendo la fe y la vida con todos: “Id al mundo entero y proclamad el evangelio”. Buena parte de su tiempo está dedicado a los diferentes tipos de catequesis y procesos de fe que finalizan con la celebración de los principales sacramentos.

¿En qué consiste la pastoral?

Los misioneros visitan, acompañan y celebran la vida y la fe con comunidades muy plurales: desde grandes ciudades, a pueblos, comunidades rurales, bateyes o comunidades indígenas.

Celebran con ellos los mejores momentos de sus vidas dónde Dios se hace presente a través de los sacramentos como: el nacimiento de un bebé, el matrimonio, las fiestas patronales…; y comparten los momentos más duros: funerales, enfermedades o incluso el internamiento en centros penitenciarios.

La pastoral va muy unida a su trabajo en los ámbitos, social, educativo o salud...“Yo he venido para que todos tengan vida y vida en abundancia”.Los misioneros velan por las necesidades de las personas que forman las comunidades, ya sean urbanas o rurales, los acompañan en sus esperanzas, alegrías, luchas y también en la denuncia de las injusticias que viven.

Las principales tareas pastorales que realizan los misioneros son:

Los sacramentos de iniciación

Como parte de su trabajo pastoral, los misioneros dan catequesis y se centran en la preparación y celebración de los sacramentos de iniciación: bautismo, eucaristía y confirmación. Tanto para niños como para adultos la celebración de estos sacramentos es una fiesta importante para la comunidad y se aprovechan estos encuentros para incentivar la participación y la inclusión de todos.

La formación de catequistas

En los proyectos pastorales se cuida mucho la formación de los catequistas, pues a través de ellos, se cuida la vida sacramental y el Evangelio puede llegar a más personas. Son los responsables de animar a las comunidades cuando los misioneros no están, de forma que juntos van construyendo el Reino. “La mies es abundante pero los obreros son pocos, rogad pues, al Dueño de la mies que envíe obreros a su mies”.

Estos encuentros de catequistas requieren tiempo y dedicación y son muy importantes porque en ellos se comparten ideas, alegrías y dificultades y se crea comunidad. Misioneros y catequistas hacen una gran labor de inculturación para que el mensaje de Jesús llegue a todos a través de los símbolos que les son familiares.

Los misioneros trabajan día a día junto a los catequistas para dar a conocer a Jesús y favorecer el encuentro con Él, inician a los catecúmenos en la oración, en la escucha y en la puesta en práctica del Evangelio; y en el compromiso con el prójimo, en especial con los más vulnerables. La catequesis es el primer peldaño de la Evangelización. “¿Cómo conocerán, si nadie les predica?”

Las fiestas Patronales

Algo muy característico en todas las comunidades, son las fiestas patronales del santo de cada capilla, donde la comunidad invita a participar de la eucaristía, la fiesta y la mesa compartida. La música resuena en los alrededores, con un sinfín de instrumentos (maracas, güiros, tambores,…) y no falta el baile ni la comida, pero sobre todo ese sentimiento de alegría por el encuentro fraterno, dónde Dios está en el centro de la celebración.

La pastoral penitenciaria

Los misioneros están cerca de las personas internas en centros penitenciarios, personas privadas de libertad, que tienen sed de Dios y buscan una vida mejor, un abrazo, unas palabras de aliento. “Acordaos de los presos como si vosotros mismos estuvierais presos con ellos”.Los misioneros también acompañan a las familias de los internos que, en muchas ocasiones, se sienten tristes, desamparadas y habitualmente presentan numerosas necesidades.