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NOTICIAS DE MISIONEROS DOMINICOS

¿Qué está pasando en las misiones dominicas?

Una fiesta digna y llena de espiritualidad

La celebración de la fiesta de la Virgen del Rosario en San Roque González (Paraguay) este año ha sido diferente por las medidas sanitarias pero en el centro, como siempre, ha estado la Eucaristía.

El “modo de vida Covid19” ha agotado a todos: a niños, jóvenes y adultos, pero –y eso gracias a Dios– no ha agotado la capacidad de inventiva, de creación e, incluso, de improvisación. Por eso se han podido continuar muchas actividades que parecía que iban a desaparecer o, por lo menos, quedar en el olvido durante una temporada.

En este caso me refiero a las “Fiesta Patronales” de todo el país y, por ser el que les habla párroco de San Roque González de Santa Cruz, un pueblo pequeño y no muy dado a la participación, a la celebración de este año de nuestra Patrona la Virgen del Rosario…

Pero no ha sido así, el trabajo constante de agentes de pastoral y de los grupos juveniles; la participación incondicional de la Radio Comunitaria Tavapy FM; la ilusión de gente y el apoyo municipal nos ha permitido hacer una fiesta digna y llena de espiritualidad, esto último algo que pocas veces se conseguía ahogada la fiesta religiosa por acontecimientos sociales (baile, toros, feria) que tapaban para la mayoría el sentido profundo de esta fiesta de religiosidad popular y afirmación de la vida.


Un nuevo estilo de Eucaristía

La pandemia, la cuarentena y los protocolos que se fueron disponiendo desde el Gobierno y la Conferencia Episcopal, nos dejaban poco movimiento. Fuimos desde liturgias con solo tres personas y retransmitidas por TV, Facebook y radio, a las actuales de cincuenta personas preinscritas y con tapabocas. Esto no nos asustó, aprovechamos para hacer un movimiento hace años buscado y que se incluyen dentro de la renovación de nuestra parroquia para convertirla de verdad en una “Iglesia en salida”: quitamos todos los bancos, pusimos en el centro del templo el altar y alrededor, convenientemente separadas, pusimos las sillas necesarias. Esto nos ha permitido que, incluso como signo, la Eucaristía se parezca un poco más a “seguidores de Jesús alrededor de la mesa”, y a propiciar la participación activa de todos los celebrantes (fieles y presbíteros) como parte activa del banquete del Señor.

Este nuevo estilo también se ha propuesto, mediante el Consejo Parroquial, a las 19 capillas de nuestra parroquia distribuidas por toda la zona rural. Acogida de una manera muy sencilla, poco a poco se va haciendo realidad en nuestras celebraciones tanto de la Eucaristía como de la Palabra, ese signo de ser activo y no espectador, celebrante y no solo “mirador”.

Evidentemente esto ha repercutido en la Celebración de la Fiesta Patronal.Más vivida, más participada, con los límites que no han sido límites sino oportunidades, y más llena de una muestra de amor al pueblo y a Dios.

Una celebración más íntima, sí, pero con una presencia en todo el pueblo.

Cada mañana a las 07:30 se rezaba en simultáneo en todas las capillas el Santo Rosario, un rezo que os unía como familia y nos hacía tomas conciencia de que somos Pueblo de Dios. Además la retransmisión por radio y Facebook, permitía, por primera vez, unirse a nuestra comunidad a tantos emigrantes de San Roque González de Santa Cruz, que aman a su pueblo y que han disfrutado de participar prácticamente en todos los actos a gente que hacía mucho tiempo que, en Argentina, en España, en EE.UU.y otros lugares, participaron con gran alegría y haciéndonoslo saber con sus mensajes.

Todos las coordinadoras y coordinadores de las comunidades, unos 20, extendidos por toda la zona rural, se pusieron las pilas para quela presencia de María y de la alegría del Evangelio estuviera presente en todo nuestro distrito sin excepciones.

Al medio día por las calles se paseaba un coche con altavoces recordando a nuestra gente que estábamos celebrando y orando por nuestro pueblo, buscando la unidad (tan quebrada por la potitiquería y la corrupción) con la compañía de María; incluso, y por casualidad, haciendo conocido un himno a la Virgen del Rosario que encontramos en youtube y que ya conocemos suficiente para incorporarlo a nuestro cantoral comunitario.

El centro: la Eucaristía

Por su puesto, siempreel centro de la Fiesta Patronal es la Eucaristía haciendo resonar las palabras de María “hagan lo que Él les diga” (Jn 2,5), y reuniéndonos todos alrededor de esa mesa que convoca a los que queremos seguir a Jesús con fidelidad y nos envía a hacer realidad el Reino de justicia de paz.

Cada día una de las zonas de la parroquia prepara y se guardan 30 sitios para la zona rural y 20 para la zona urbana (difícil tarea de la secretaria…). Con la presencia de representantes de toda el área parroquial inicia la eucaristía y, con gran sorpresa por parte de algunos, la predicación la hacen dominicos de Asunción… pero grabada y reproducida en el templo. Unas predicaciones llenas de vida que prepararon los hermanos que llevaron la reflexión y la alegría a la comunidad. También predicó un laico, una hermana y, el Pastor de nuestra diócesis, el P. Celestino Ocampos.

Llenas de alegría y participación las Eucaristías, con toque de campanas y petardos que anunciasen a todo el pueblo que la comunidad sigue adelante, fuimos haciendo camino y realidad que somos Pueblo de Dios, Samaritano y Misionero (Plan Orgánico Diocesano) y, sobre todo, Iglesia Sinodal, inclusiva y solidaria.

El día de Nuestra Señora

No podía ser encerrado, no podía ser de unos cuantos… recorrimos todo el pueblo en las cuatro plazas de los cuatro barrios con el camión de los Voluntarios Bomberos del Centro Cultural Tavapy acompañándonos, con música que marcara la alegría y la esperanza de los que en Dios ponemos nuestra confianza, rezamos un misterio del rosarios, de los Misterios Gozosos, acabando en el templo parroquial y, con la alegría que caracteriza nuestras asambleas, celebramos la misa central de nuestra fiesta.

Éramos pocos, pero se notaba la presencia de todos los que aman a los hermanos, de los que, a pesar de la opresión de los corruptos y destructores de nuestro pueblo, tenemos esperanza que, poco a poco, se irá haciendo realidad un pueblo donde todos puedan vivir con dignidad, donde no se persiga a los honestos y se aplauda a los ladrones y corruptos, un pueblo en que se escuche la voz del sentido común y no de los que construyen cada día odio y violencia.

Durante toda la Fiesta Patrona no olvidamos a nadie, invitamos a todas, compartimos con todos/as, nos acercamos a los enfermos y a los que están sufriendo las consecuencias de la pandemia… fue un fiesta intensa, profunda, alegre y viva “tipo Covid19”.

Fr. Toni Miró,  O.P.