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¿Qué está pasando en las misiones dominicas?

Mons. David Martínez de Aguirre, Obispo de Puerto Maldonado, denuncia asesinato de defensor ambiental

"No imaginan un mundo sin sus ríos, sin sus bosques, sin vida. Y peleando por la vida, están siendo asesinados"

Mons. David Martínez de Aguirre, obispo Puerto Maldonado

El asesinato de Hipólito Quispehuamán Conde, defensor ambiental y dirigente de la Reserva Nacional Tambopata, ha generado profunda conmoción en Madre de Dios y en toda la Amazonía peruana. El crimen, perpetrado el sábado 27 de julio en la Carretera Interoceánica, se presume como una represalia por su oposición activa a la minería ilegal y la expansión de cultivos ilícitos en zonas de protección ecológica.

Monseñor David Martínez de Aguirre Guinea, O.P., obispo del Vicariato Apostólico de Puerto Maldonadolamentó y denunció públicamente este nuevo atentado contra la vida de quienes defienden la Casa Común. “Estoy consternado. Es terrible la situación por la que se está pasando en muchos lugares del Perú, aquí en Madre de Dios. Es una situación de indefensión total para quienes se resisten a pensar en un mundo destruido”, expresó con pesar.

Hipólito Quispehuamán, agricultor, padre de tres hijos y fundador de la Asociación Nueva Esperanza, participó días antes de su muerte en una reunión con colectivos ambientales en Santa Rosa, La Pampa. Allí se discutieron acciones para preservar una zona natural protegida. Dos días después, fue asesinado a tiros mientras conducía un vehículo de carga.

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Protección para quienes defienden la naturaleza

“La gente tiene miedo”, advirtió el obispo. “Y hay personas que deciden prácticamente autoinmolarse porque no quieren vivir en un mundo que destruya la naturaleza. No imaginan un mundo sin sus ríos, sin sus bosques, sin vida. Y peleando por la vida, están siendo asesinados”.

La Fiscalía de Derechos Humanos de Madre de Dios ha confirmado que una de las hipótesis principales del caso apunta al activismo ambiental de Quispehuamán como motivo del crimen. Diversas organizaciones defensoras de derechos humanos han exigido justicia y garantías de protección para quienes luchan por el medioambiente.

Monseñor Martínez de Aguirre recordó que la misión de la Iglesia en la Amazonía es también la del acompañamiento, la denuncia y la esperanza: “El primer papel de la Iglesia es el de presencia, estar con ellos y compartir, es lo que hizo Cristo con nosotros como humanidad. Tratar de ser una palabra de esperanza frente al sinsentido de tanta violencia”.

Asimismo, alertó sobre la crítica situación de los defensores ambientales en el Perú: “Todos los defensores están indefensos. Tienen que presentarse ante organismos internacionales, pero en los países, al menos en estos países amazónicos, los defensores están totalmente indefensos y expuestos. Los estados sí tienen una normativa y unos protocolos, existen, pero no hay fondos para garantizar la seguridad. No se les dota de presupuestos a esos protocolos para poder asegurar que esos defensores ambientales puedan tener las garantías que se han solicitado”.

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54 defensores ambientales han sido asesinados en Perú

Según Global Witness, al menos 54 defensores ambientales han sido asesinados en el país desde 2012, más de la mitad pertenecientes a pueblos indígenas. Muchos casos permanecen sin investigar ni sancionar.
El asesinato de Hipólito Quispehuamán no es un hecho aislado. Es el reflejo de una realidad alarmante que afecta a líderes comunitarios y guardianes del bosque en diversas regiones del país. “Seguimos adelante con los proyectos desde Cáritas en lo que podemos. Y buscamos articular acciones con iniciativas como la Alianza Interreligiosa por los Bosques. Aunque sea con pequeños gestos, queremos decir: No nos gusta este mundo así y creemos que otro mundo es posible”, dijo el Obispo.

La Conferencia Episcopal Peruana se une al llamado de su Obispo en Puerto Maldonado, solidarizándose con las víctimas y sus familias, y haciendo eco del clamor de justicia de los pueblos amazónicos.

Artículo publicado en Conferencia Episcopal Peruana