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El Documento Final del Sínodo para la Amazonía nos marca los nuevos caminos para la Iglesia

El día 27 de octubre finalizó el Sínodo Amazónico. Las conclusiones de la asamblea sinodal iniciada el pasado 6 de octubre en Roma se han recogido en el Documento Final, cuyo elemento central es la Conversión. Conocemos las claves del texto final.

El día 27 de octubre finalizó el Sínodo Amazónico para la Amazonia y sus conclusiones se recogieron en el Documento Final. El texto es el resultado del intercambio abierto, libre y respetuoso que tuvo lugar durante las tres semanas de trabajos del Sínodo, para contar la historia de los desafíos y potencialidades de la Amazonía, el “corazón biológico” del mundo extendido a lo largo de nueve países y habitado por más de 33 millones de personas, de las cuales cerca de 2,5 millones son indígenas.

El hilo conductor del Documento Final del Sínodo Panamazónico es la conversión. Esa conversión se desarrolla en distintas dimensiones abordadas por el Documento Final del Sínodo Amazónico: integral, pastoral, cultural, ecológica y sinodal.





Conversión Integral

Desde el principio, el documento exhorta a una verdadera conversión integral, con una vida sencilla y sobria, al estilo de San Francisco de Asís, comprometida a relacionarnos armoniosamente con la casa común, la obra creadora de Dios. Esta conversión llevará a la Iglesia a ser en salida, para entrar en el corazón de todos los pueblos amazónicos.
La Amazonía, de hecho, tiene una voz que es un mensaje de vida y se expresa a través de una realidad multiétnica y multicultural, representada por los variados rostros que la habitan. El buen vivir y el hacer el bien son el estilo de vida de los pueblos amazónicos, es decir, vivir en armonía consigo mismos, con los seres humanos y con el ser supremo, en una sola intercomunicación entre todo el cosmos, para forjar un proyecto de vida plena para todos.

Conversión Pastoral

El documento del Sínodo Amazónico señala la urgencia de una pastoral indígena que tenga su lugar específico en la Iglesia: es necesario crear o mantener, de hecho, una opción preferencial por los pueblos indígenas, dando también mayor impulso misionero entre las vocaciones indígenas, porque la Amazonía también debe ser evangelizada por los amazónicos, a través de un ministerio juvenil renovado y audaz, con una pastoral siempre activa, centrada en Jesús.

El texto se detiene también en la pastoral urbana y llama a defender el derecho de todas las personas a la ciudad como un disfrute equitativo de los principios de sostenibilidad, democracia y justicia social. Es necesario luchar para que las favelas y villas miserias tengan asegurados los derechos básicos fundamentales. Debe ser también central la institución de un ministerio de acogida para una solidaridad fraterna con los migrantes, los refugiados y las personas sin hogar que viven en el contexto urbano.

Conversión Cultural

La inculturación y lainterculturalidad son herramientas importantes para lograr una conversión cultural que lleve al cristiano a ir al encuentro del otro para aprender de él.
Los pueblos amazónicos nos enseñan valores de reciprocidad, solidaridad y sentido de comunidad, ofrecen enseñanzas de vida y una visión integrada de la realidad capaz de comprender que toda la creación está conectada y de garantizar, por tanto, una gestión sostenible.

La Iglesiase compromete a ser aliada de los pueblos indígenas, especialmente para denunciar los atentados perpetrados contra sus vidas, los proyectos de desarrollo depredador etnocidas y ecocidas y la criminalización de los movimientos sociales.

Conversión Ecológica

Ante una crisis socio-ambiental sin precedentes, el Sínodo invoca una Iglesia amazónica capaz de promover una ecología integral y una conversión ecológica, según la cual todo está íntimamente conectado.

La ecología integral no debe ser entendida como un camino extra que la Iglesia puede elegir para el futuro, sino como la única manera posible de salvar a la región del extractivismo depredador, del derramamiento de sangre inocente y de la criminalización de los defensores de la Amazonía.

Defender y promover los derechos humanos, además que un deber político y una tarea social, es una exigencia de fe. Frente a este deber cristiano, el Documento denuncia la violación de los derechos humanos y la destrucción extractiva; asume y apoya, también en alianza con otras Iglesias, las campañas de desinversión de las compañías extractivas que causan daños sociales y ecológicos a la Amazonía; llama a una transición energética radical y la búsqueda de alternativas, y propone el desarrollo de programas de capacitación para el cuidado de la casa común.

Todas las personas estamos llamadas a la custodia de la obra de Dios. Los protagonistas de la atención, protección y defensa de los pueblos son las mismas comunidades amazónicas. La Iglesia es su aliada, camina con ellos, sin imponer una forma particular de actuar, reconociendo la sabiduría de los pueblos sobre la biodiversidad contra toda forma de biopiratería.

Se propone la definición de pecado ecológicocomo una acción u omisión contra Dios, contra el prójimo, la comunidad y el ambiente, contra las futuras generaciones y contra la virtud de la justicia.

El Sínodo Amazónico recuerda la necesidad urgente de desarrollar políticas energéticas que reduzcan drásticamente las emisiones de dióxido de carbono (CO2) y de otros gases relacionados con el cambio climático, promuevan la energía limpia y monitoreen la cadena de suministro, también sobre el acceso al agua potable, derecho humano básico, fundamental y universal, y condición para el ejercicio de los demás derechos humanos. Proteger la tierra significa favorecer la reutilización y el reciclaje, reducir el uso de combustibles fósiles y plásticos, cambiar hábitos alimenticios como el consumo excesivo de carne y pescado, adoptar estilos de vida sobrios y sembrar árboles.
 

 


Conversión Sinodal

En este sentido, el Documento Final invita a superar el clericalismo y las imposiciones arbitrarias, fortalecer una cultura de diálogo, escucha y discernimiento espiritual, responder a los desafíos pastorales. Estas son las características en las que debe basarse la conversión sinodal, a las que la Iglesia está llamada para avanzar en armonía, bajo el impulso del Espíritu vivificador y con audacia evangélica.

Las formas de ejercer la sinodalidad son variadas y deberán ser descentralizadas, atentas a los procesos locales, sin debilitar el vínculo con las Iglesias hermanas y con la Iglesia universal. La sinodalidad se traduce, en continuidad con el Concilio Vaticano II, en la corresponsabilidad y la ministerialidad de todos, en la participación de los laicos, hombres y mujeres, considerados actores privilegiados. La participación de los laicos, tanto en la consulta como en la toma de decisiones en la vida y misión de la debe ser fortalecida y ampliada a partir de la promoción y atribución de ministerios a hombres y mujeres de forma equitativa.

Un gran espacio en el Documento del Sínodo Amazónico está dedicado a la presencia y la hora de la mujer. Como sugiere la sabiduría de los pueblos ancestrales, la madre tierra tiene un rostro femenino y en el mundo indígena las mujeres son una presencia testimonial y responsable en la promoción humana.

Se define como urgente la promoción, formación y apoyo a los diáconos permanentes.

En el texto se expone también que la formación de los sacerdotes debe ser inculturada y que la participacio´n en la Eucaristía es fundamentalpara la comunidad cristiana. Por lo que propone establecer criterios y disposiciones por parte de la autoridad competente, para ordenar sacerdotes a hombres idóneos y reconocidos de la comunidad, que tengan un diaconado permanente fecundo y reciban una formación adecuada para el presbiterado.

Para favorecer el proceso de inculturación de la fe, el Sínodo expresa la urgencia de formar comisiones para la traducción y redacción de textos bíblicos y litúrgicos en las lenguas de los diversos lugares, preservando la materia de los sacramentos y adaptándolos a la forma, sin perder de vista lo que sea esencial. La música y el canto también deben ser fomentados a nivel litúrgico.

Al final del Documento del Sínodo Amazónico se invoca la protección de María, Madre de la Amazonía, venerada con diversas advocaciones en toda la región.


texto de forumlibertas.com/documento-final-sinodo-amazonico/