Testimonio de una vida entre los más empobrecidos
Ayer recibimos la visita de Fray Pedro Velasco, OP, misionero dominico que lleva 39 años en el Bañado de Tacumbú, un barrio ubicado en la periferia de Asunción, Paraguay.
Pa’i Pedro, llegó al Bañado de Tacumbú en 1.986, un lugar sin calles asfaltadas, con casas muy precarias de madera, sin agua potable, y donde las crecidas del río Paraguay provocaban inundaciones constantes, dejando a las familias sin hogar y sin ayuda de nadie, “los pobres no ocupan lugar”. Se insertó en la comunidad, siendo uno más, y después de 8 inundaciones, todavía la cara se le ensombrece: “nadie sabe lo que significa una inundación hasta que la vive”.
Ante la falta de educación, sanidad, escasez de oportunidades, se inició el proyecto CAMSAT (Centro de Ayuda Mutua Salud para Todos), una organización comunitaria impulsada por la Iglesia para responder a estas problemáticas mediante la asistencia, la formación y la organización. El mayor logro, ha sido la unión entre los vecinos, que son capaces de conseguir todo aquello que se proponen, para vivir con dignidad.
“Juntos trabajamos por una tierra sin mal.”
Desde Misioneros Dominicos – Selvas Amazónicas colaboramos con CAMSAT en el área educativa, a través de becas escolares de secundaria y universitarias, academia de danza clásica y paraguaya y equipos de fútbol.
“No elegimos la pobreza, trabajamos para superarla.”
La comunidad cristiana, se basa en tres pilares: Jesús, el Reino y los pobres. Queriendo ser una Iglesia profética, samaritana, sinodal y misionera. Además Pedro, está muy contento porque se ha conseguido formar un grupo de jóvenes, implicados y comprometidos con la Iglesia y la realidad social del barrio, el Movimiento Juvenil Cristiano.
Gracias a esta labor continua, se ha podido llevar a cabo el Proyecto Franja Costera, que busca evitar las inundaciones que les hace vivir a la intemperie. Para ello han elevado el nivel del terreno y lo han dotado de las infraestructuras y servicios sociales que la comunidad necesita.
“Un sueño, un compromiso, un derecho.”
Esta misión, fruto de la unión y el compromiso en favor de los más pobres, es un verdadero mensaje de esperanza. Gracias al trabajo de Fray Pedro y a la comunidad formada, muchas familias hoy viven mejor. Y en el futuro todavía más.
