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NOTICIAS DE MISIONEROS DOMINICOS

¿Qué está pasando en las misiones dominicas?

Crónica de una tragedia vivida con solidaridad y esperanza

En Asunción, la población más pobre se concentra desde hace más de 50 años en zonas inundables junto a la ribera del río Paraguay. Los campesinos expulsados de sus tierras, las familias sin trabajo o con trabajos informales, los pobres extremos encuentran en estas zonas estrategias de sobrevivencia y resistencia a la exclusión social de la que son víctimas. Una de estas zonas es el Bañado de Tacumbú.

Cada cuatro o seis años suele ocurrir una inundación que afecta a más o menos población según la altura a que llegue el río. En el año 2014, excepcionalmente, hacía 16 años que no había una inundación. Los niños y adolescentes no eran conscientes de vivir en una zona inundable y los adultos se autoconvencían de que ya no habría más inundaciones.

Así llegamos a la situación actual, la más difícil que hemos sufrido en Asunción. Nunca en año y medio habíamos soportado tres inundaciones con la amenaza de que al terminar la actual en febrero tendremos en mayo otra más grande; nunca el río Paraguay de un caudal inmenso y lento en sus descensos y aumentos de nivel había subido en cincuenta días cuatro metro y medio. 100.000 personas en Asunción hemos tenido que abandonar nuestros hogares.

En elBañado Tacumbútuvimos que salir precipitadamente en 20 días las 2.000 familias que lo habitamos. Solamente viviendo esta situación o siendo testigo de la misma se puede dimensionar el sufrimiento, incertidumbre, impotencia y dolor que supone ver avanzar el agua hasta cubrir el hogar, perder enseres y terminar en un refugio con una habitación de chapas de eternit y paredes de terciadas de 20 metros cuadrados para cada familia, hacinadas en un espacio reducido con servicios de agua, luz, baños y recogida de basura totalmente insuficientes.

La primera urgencia es salir del barrio, sacar las cosas imprescindibles y tener un lugar seco donde vivir. Nos han dejado un predio del ejército que está cerca del barrio. Para evacuar 2.000 familias el gobierno puso a disposición de la gente ¡seis camiones!. Las familias salían en carros de caballos, en carritos de recicladores, en motocarros, en canoa; las que podían alquilaban un camión gastando lo que no tenían pues el agua no perdona y hay que salir sí o sí. Nuestra organización CAMSAT, con la ayuda de amigos de Asunción pusimos durante quince días 12 camiones a disposición de la gente. Otra urgencia es elaborar un censo para distribuir adecuadamente las ayudas tanto de materiales como de alimentos para las familias del refugio. Elaboramos ese censo que hemos puesto a disposición de las instituciones públicas. En estos momentos estamos en tres zonas del cuartel, organizados en 25 sectores con una o dos coordinadoras en cada uno de ello. Estamos actualmente 1.804 familias. La Parroquia y la organización CAMSAT han estado durante 20 días trabajando coordinadamente, en la medida de lo posible, con los organismos estatales en la organización del refugio, en la distribución de ayudas, en el apoyo a situaciones particulares. Un equipo de voluntarios/as de 15 a 25 personas del barrio han trabajado muchos días hasta 12 horas. El día 30 estuvimos hasta las 22 horas trabajando en el refugio.

Comenzamos el año habiendo superado lo más difícil y con la triste perspectiva de una larga permanencia en los refugios. Pero todo esto es una cara de la moneda. Los pobres tienen una capacidad para la esperanza y la resistencia inaudita. En el caso del Bañado Tacumbú y de la organización más grande del mismo (CAMSAT), tenemos motivos para la alegría en medio de esta tragedia. Hemos tenido la solidaridad en primer lugar de mucha gente del Bañado, gente de la Parroquia, de CAMSAT, jóvenes, personas que se han ofrecido para coordinar trabajos, también de personas de Asunción, algunas desde hace tiempo comprometidas con nosotros en la lucha por superar la pobreza, otras que se han sumado ahora. Nuestra gente ha sentido un trato respetuoso, cercano y fraterno cosa que no suele ser normal cuando se ayuda a los pobres. El 28 de diciembre uno de los mejores cantantes de Paraguay, muy solidario, Ricardo Flecha, participó con nuestros niños de la orquesta de CAMSAT y la escuela de danza y otros grupos en un pequeño festival que nos regalamos a nosotros mismos en el refugio para darnos ánimo, para alentar la solidaridad entre nosotros, para felicitarnos por el valor y la vida compartidos. El nuevo intendente de Asunción, se hizo presente de forma sencilla y fue para el barrio una brisa de aire fresco.

Las necesidades durante la permanencia en los refugios son inmensas. Mucha gente sin trabajo, muchas familias sin medios para subsistir, discapacitados, personas de la tercera edad solas. Los baños, duchas, recogida de basura, mantenimiento de servicios básicos, etc. Esperamos que las instituciones públicas sean más serias y sobre todo confiamos en nosotros mismos que hemos demostrado que no esperamos todo de arriba, que nos arremangamos y estamos en la primera fila de la lucha por la dignidad, la justicia y la superación de la exclusión social. Estamos viviendo por eso una situación dolorosísima, pero al mismo tiempo una experiencia de unidad, esperanza y proyección hacia el futuro como nunca.

Fr. Pedro Velasco, OP